Grandes líderes consideran la retroalimentación como algo vital para el funcionamiento de sus equipos de trabajo, para la correcta armonía y la participación activa de los mismos. La retroalimentación en el trabajo es el intercambio de opiniones para la mejora de conductas, poner atención a ciertas habilidades y debilidades; no se trata de hacer juicios y evidenciar a los empleados, sino de mejorar las prácticas a nivel laboral.

La retroalimentación debe prepararse, buscar las palabras correctas, pues se está a punto de decir las fallas de un proyecto o participación como tal. Debe realizarse de manera específica para poder optimizar el trabajo que se hizo mal de lo contrario los empleados podrían confundirse; y lo más seguro es que se queden con la sensación de que se equivocaron, pero no sabrán cómo resolver el problema.

¿Cómo hacerlo?

El fundamento es muy importante. No se puede hacer una retroalimentación con base en creencias sobre lo que estuvo bien o lo que estuvo mal. La retroalimentación debe realizarse en un momento oportuno, el momento adecuado podría ser después de recibir los resultados y realizar el análisis de algún proyecto, no debe estar seguro de qué es lo que está pasando.

Todo comentario debe ser enfocado al futuro a mejorar las situaciones: corregir errores y seguir con las acciones correctas. No tiene sentido quedarse en el pasado.

Las opiniones dadas son enfocadas a la conducta en el lugar de trabajo y en las habilidades al realizar un proyecto, no en la personalidad de la persona en cuestión. El objetivo principal al hacer la retroalimentación es crea armonía y lazos entre el equipo; para que se sienta apoyado y motivado para hacer mejor su labor y así minimizar los errores.

Hay que recordar dar consejos de cómo corregir cierta situación para que las personas implicadas no se sientan abrumadas, por el contrario, deben sentirse motivadas y apoyadas.

La retroalimentación debe realizarse en un momento oportuno, el momento adecuado podría ser después de recibir los resultados y realizar el análisis de algún proyecto. Puede hacerse antes del próximo proyecto, pero con algunos días de anticipación para que los empleados puedan corregir sus errores. No se trata solo de decir los errores; también se trata de dar validación a lo bueno que se hizo y hay que darle mucha importancia a este punto. La buena ejecución de esta acción es el impulso al éxito con un equipo de trabajo.

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